La mayoría de los hombres pasan todo su tiempo, energía y dinero persiguiendo chicas. Ellos ven esto como normal. Es esperado. De hecho, hay un grano de verdad en esto. Desde un punto de vista biológico, las mujeres son el sexo más débil, los hombres son más dominantes.
Algunos incluso llegan al extremo de decir que las mujeres están conectadas para ser pasivas, mientras que los hombres son muy duros para ser agresivos. Entonces, si una mujer quiere atraer a la mejor pareja posible, ella jugará muy duro para obtenerla, y le dará recompensas (si capta mi opinión) al alfa más grande y malo que la persigue con más vigor.
¡Digo atornillar ese ruido!
Nadie dice que tienes que jugar junto con las reglas. Después de todo, estamos programados para hacer muchas cosas que ignoramos. Si alguna vez has hecho dieta, sabes que ignorar tu deseo programado de rellenar tu tarta con todo lo que ves es parte del proceso.
Entonces, ¿cómo aprovechamos esto a nuestro favor? Con hipnosis. Usando patrones de lenguaje cuidadosamente diseñados, puedes hipnotizar a una chica que eres después de pensar que el sexo es el próximo paso lógico.
Cuando los hombres piensan en el sexo, todo lo que necesitamos es un cuerpo atractivo. Vemos un poco de bombón en la habitación, y estamos listos para continuar.
Con las chicas, no es tan fácil. Necesitan sentir ciertas emociones. Comodidad, atracción, un poco de sumisión y la sensación de encontrar algo increíble.
¿Cómo se crean estos?
Primero, necesitarás una buena relación. Después de lo que puede haber escuchado o leído en otro lado, esto es muy difícil de hacer durante un primer encuentro. Tendrás un efecto mucho mejor con tus habilidades hipnóticas en una primera cita, con una relajante taza de café.
Lo que debes hacer es comenzar a investigar sus experiencias y buscar algo interesante y emocionante. Descubre cómo ella estructura sus experiencias. En lugar de preguntarle sobre "cosas", como lo que hizo, y lo que vio, o lo que sea, hablar de su "experiencia".
Primero pregúntale qué hace ella por diversión. Luego pregúntale cómo sabe cuándo se está divirtiendo. Pregúntele cómo sabe cuándo está emocionada. Cuando comience a hablar sobre sus emociones, comenzará a sentirlas.
No necesariamente los sentirá cuando describa lo que hizo cuando los sintió. Pero lograr que ella hable de las emociones en sí mismas es tu boleto de oro a la tierra de muchos y felices rendimientos.
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